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El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación en funciones, Luis Planas, ha presentado, en la sede del Ministerio, los datos del Informe de Consumo Alimentario en España 2018, que ofrece una visión de conjunto del comportamiento alimentario en el país, tanto dentro como fuera del hogar. No se recogen, el consumo realizado por los turistas ni el realizado en instituciones y colectividades. Como novedad, el informe de este año profundiza en los aspectos sociodemográficos del consumo.

Un 66,5% del gasto se destinó al consumo doméstico y un 33,5% se efectuó fuera del hogar. El gasto total en alimentación en 2018 ascendió a 103.077,41 millones de euros, que ha supuesto un incremento del 0,5% respecto a 2017. De ellos, un 66,5% se destinó al consumo doméstico y un 33,5% (34.539 millones de euros) a consumiciones fuera del hogar.

El gasto total dentro de los hogares españoles ascendió a 68.538,1 millones de euros, lo que supone un 1,6% más que en 2017. Este incremento se debe al aumento del precio medio (1,8%), ya que el volumen total adquirido fue del 0,2% menos.

El ministro ha matizado que no es posible generar un consumo mayor cuando en términos de población no existe un crecimiento poblacional sostenido ni asociado. También ha señalado que para entender la evolución del consumo, hay que analizar aspectos relacionados con el número de hogares en España y su composición. Así, el estancamiento de la población, el menor tamaño de las familias o la edad de sus componentes están condicionando el consumo.

En este contexto de estabilidad en el consumo, los productos frescos representan un volumen consumido del 39,5%, y un valor del 42,9%. El precio medio de los productos frescos, superior a la media de alimentación, hace que el hogar destine un presupuesto similar al año pasado, aunque en volumen compre menos.

Los productos que suponen un mayor volumen de consumo son las frutas, hortalizas, patatas frescas, leche y derivados lácteos. Juntos representan más del 50% de los kilos consumidos en los hogares españoles. En valor, los españoles gastan más en carne y pescado, un 33,6% del presupuesto en alimentación en el hogar.

Asimismo, las comunidades con mayor consumo per cápita en el hogar son las Islas Baleares, Cataluña, Canarias, Galicia, Comunidad Valenciana, Región de Murcia, Castilla y León, Aragón, Castilla-La Mancha y País Vasco, todas por encima de la media nacional. El gasto per cápita más alto se produce en el País Vasco junto con Cataluña, seguido por Galicia.

En volumen, fuera del hogar se consumen más bebidas (69%) que alimentos (31%), mientras que la proporción se invierte en términos de valor (40% en bebidas y 60% en alimentos) principalmente por el efecto que tiene el precio medio total y el tipo de producto que se consume. Como media, cada español ingirió en torno a 138,18 kg/l. y gastó cerca de 1.029,15 euros.

Por tipo de productos, fuera del hogar destaca el consumo de hortalizas, carne, pan, pescados y mariscos, mientras que las frutas no tienen tanto peso en el consumo extra doméstico. En cuanto a bebidas, cerveza y agua concentran cerca del 55% de bebidas fuera de casa.

Por último, Planas ha ofrecido detalles de los hábitos y tendencias del consumidor español. Así, las comidas principales del día presentan estabilidad, relacionado con la buena evolución de las comidas y cenas fuera de casa.

Se evidencia asimismo que los españoles se dirigen hacia la simplificación del menú en las comidas y las cenas, donde la versatilidad y la conveniencia son la clave en el consumo. En concreto, los españoles consumen más plato único y menos menú completo, y el plato para compartir o acompañar está cada vez más presente. La ensalada verde es el plato más presente en el menú de los hogares, donde la ensalada de tomate gana presencia.

La simplificación afecta también al cocinado, pues los hogares apuestan por aquellos modos de preparación más rápidos y saludables (plancha, sin cocinar/frío y hervido/vapor).

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