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Las principales empresas de distribución del país han reducido en un 58% su desperdicio alimentario en los últimos cinco años, en el marco del proyecto de adhesión voluntaria “La Alimentación no tiene desperdicio”, que coordina Aecoc y que suma los esfuerzos de más de 470 compañías de la industria y la distribución alimentaria.

El desperdicio de alimentos en los comercios españoles se ha reducido, según los indicadores de Aecoc, de un 1,78% en 2013 a un 0,75% del total comercializado, fruto de los esfuerzos y los planes puestos en marcha por las empresas españolas para frenar este problema de impacto económico, social y medioambiental.

El desecho de alimentos tiene un claro impacto medioambiental, por la generación de residuos y el uso de recursos naturales que no se aprovechan. Social, en un contexto en que en nuestro país sigue habiendo personas con dificultad de acceso a una correcta alimentación; y económico, ya que todo desperdicio alimentario conlleva una pérdida económica tanto para el consumidor, si es quien desperdicia, como para la empresa.

En cuanto al origen del desperdicio en los diferentes eslabones de la cadena de valor, según datos de la Comisión Europea, el 42% de los desperdicios se generan en los hogares, el 39% en fabricación y producción de alimentos, el 14% en la hostelería y, por último, el 5% restante en la distribución. Según Aecoc “es imprescindible sumar esfuerzos desde todos los eslabones de la cadena de valor para reducir el desperdicio de alimentos y dotar al consumidor de herramientas para reaprovecharlos y alargar su vida útil”.

La comida se desecha en hogares por varios motivos, los principales: falta de orden en el frigorífico, lo que nos impide conocer qué alimentos tenemos en éste o el desconocimiento sobre cómo reaprovechar los alimentos. Desde Aecoc aconsejan, por ello: Planificar bien la compra, hacer una lista con los alimentos imprescindibles que necesitamos es básico y revisar en la despensa los productos que tenemos y los que faltan; ajustar la compra según las necesidades de consumo de cada momento y ordenar adecuadamente la nevera y despensa para evitar olvidar alimentos aptos para el consumo antes de que se estropeen.

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