Una vez más llega el verano y con él vuelven los atascos interminables, los aires acondicionados funcionando “a todo trapo” (o el ventilador en su defecto), las sandalias con calcetines blancos de los turistas, los mosquitos, la arena de la playa que se mete en todas partes y los domingos sin fútbol que se hacen eternos… ya que como dice el gran Maestro Serrat: “que le voy a hacer si yo nací en el Mediterráneo”. Pero sin duda cuando escribió estos versos  no se refería a lo descrito anteriormente, eso es evidente, sino a cosas fantásticas que tiene esta época del año, especialmente en nuestra tierra, como por ejemplo las noches en la terraza de un bar con un refresco bien frío en la mesa y en compañía de los amigos, la familia o por qué no,  de un amor de verano. Y es que “son aquellas pequeñas cosas” las que hacen que aquí, los veranos sean únicos y por eso hay que disfrutarlos. Grup VIVÓ